Empezare por deciros que sí lo son, más de lo que nos
imaginamos.
En nuestro día a día los hemos ido incorporando, en fiestas,
cumpleaños y cualquier tipo de celebración.
Consumiéndolos sin darnos cuenta
como parte de nuestra alimentación.
De que está compuesto un refresco:
·
Aditivos: ácido tartárico, cítrico, málico y láctico, ácido fosfórico, citrato sódico, cloruro sódico, ácido ascórbico, fructosa o azúcar invertido y colorantes artificiales.
El ácido fosfórico es el más peligroso de todos, es un desmineralizante
de calcio y afecta de gran manera a huesos y dientes, descalcificándolos.
·
Fructosa o azúcar: Depende del tamaño del refresco, unos 100gr. contienen unas
45kcal. Y una lata de 330ml. 150kcal. Por lata y son calorías vacías.
Aumentando considerablemente el sobrepeso.
· Cafeína: Es un excitante y el cual puede
desembocar en, insomnio, ansiedad e irritabilidad.
Por otro lado tenemos los llamados refrescos light, en los cuales se les
sustituye el azúcar por edulcorantes, pero se les añaden más aditivos.
Haciéndolos igual de peligrosos.
Podemos tomarlos ocasionalmente, muy
de vez en cuando, pero nunca tenemos que hacerlos parte de una alimentación
sana y equilibrada.
El aumento de la obesidad en medio mundo
es culpa de los refrescos y la poca información que tenemos de sus peligros.